Juárez, 21 de agosto de 2025. – En pleno corazón de la mancha urbana, a un costado del Parque Industrial Aztecas y muy cerca de la calle Ponciano Arriaga, cientos de familias viven entre olores insoportables, charcos pestilentes y plagas de insectos debido al desbordamiento de aguas negras que recorren las calles como si fueran ríos.


Habitantes y comerciantes denuncian que este problema no es nuevo: lleva meses afectando a la zona sin que hasta ahora exista una solución real por parte de las autoridades.
“Hay una presa ahí donde desemboca el agua sucia pestilente, que hasta parece río. Las aguas negras corren por la Ponciano Arriaga, se extienden por las vías del tren y terminan llegando hasta el eje vial Juan Gabriel”, relató una vecina afectada, visiblemente molesta por la indiferencia oficial.
El impacto de esta situación va más allá del mal aspecto y los olores nauseabundos. Los vecinos aseguran que la proliferación de moscas, mosquitos y cucarachas ha incrementado de manera alarmante, convirtiendo el entorno en un foco de infección latente que amenaza la salud de niños, adultos mayores y trabajadores de la zona.
Especialistas advierten que la exposición prolongada a aguas residuales puede ocasionar enfermedades gastrointestinales, dermatitis, infecciones en los ojos, y hasta problemas respiratorios por los gases que desprenden los desechos.
Comerciantes del sector señalan que también se han visto severamente afectados: los clientes evitan acercarse a sus negocios por el hedor y las condiciones insalubres de las calles, lo que se traduce en pérdidas económicas importantes.
Pese a las denuncias presentadas en repetidas ocasiones, vecinos aseguran que ninguna autoridad municipal o estatal ha tomado cartas en el asunto. Ante la falta de respuesta, las familias y comerciantes exigen que el gobierno actúe de inmediato para frenar lo que ya consideran una crisis sanitaria.
La pregunta que queda en el aire es: ¿cuántas denuncias más o cuántas enfermedades tendrán que aparecer para que las autoridades actúen?