Sin luz y sin agua potable desde hace 3 meses: una madre enferma, su hija de 19 años y su nieta de 3 meses enfrentan una situación crítica

Camargo, 4 de enero de 2025. La vida de María del Rosario Escamilla Sánchez, de 58 años, se ha vuelto una lucha diaria por sobrevivir en condiciones extremas. Desde hace más de tres meses, ella y su familia han estado sin acceso a servicios básicos como agua potable y electricidad. Con severos problemas de cadera que limitan su movilidad, María vive con su hija de 19 años sin empleo y su nieta de apenas 3 meses de nacida en una casa que deben desalojar en el plazo de un mes.

María del Rosario tiene ocho hijos en total, cuatro hombres y cuatro mujeres, pero actualmente enfrenta sola el peso de cuidar a su hija menor y a su nieta, quienes dependen completamente de ella. Sin los servicios básicos y en condiciones de extrema necesidad, su situación es cada vez más insostenible.

“Estamos sufriendo hasta por lo más básico, pero seguimos adelante como podemos,” comenta María, quien expresa no solo el dolor físico que le ocasiona su condición médica, sino también la preocupación constante por el bienestar de su hija y su nieta.

En medio de esta adversidad, un llamado a la solidaridad ha comenzado a resonar en la comunidad. Bajo el lema “Ayúdame a Ayudar,” se busca reunir apoyo para esta familia en su momento más difícil. Un gesto significativo llegó desde Kansas City, donde la señora María Liévano envió un apoyo inmediato que permitió cubrir necesidades alimenticias urgentes, brindando un respiro temporal en medio de esta crisis.

“No somos nadie para juzgar, menos a nuestros padres,” reflexiona alguien cercano a la familia, enfatizando la importancia de la empatía y el apoyo comunitario.

Si deseas contribuir para mejorar la situación de María y su familia, puedes comunicarte al 648 469 5406. Cada ayuda, por pequeña que sea, puede marcar una gran diferencia en su vida.

Esta historia nos recuerda la importancia de no cerrar los ojos ante las necesidades de los demás. María del Rosario no pide lujos, solo la oportunidad de vivir dignamente junto a su hija y su nieta en condiciones que respeten sus derechos humanos más básicos.

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