Camargo, 18 de septiembre de 2024. Sin pertenecer a ninguna asociación civil y sin tener un cargo como regidora, Celia Medina Cruz se ha ganado el respeto y el cariño de la comunidad de Camargo por su inquebrantable dedicación a su gente. Esta mujer indígena, una auténtica guerrera, no espera nada a cambio; su compromiso es con los más vulnerables, y su deseo de ayudar es más fuerte que cualquier obstáculo.
“Mi camioneta parece un yonke, pero me lleva para arriba y para abajo,” comenta Celia con una sonrisa. “Batallamos para subir la puerta porque no tiene manija, y mi ‘Viejo’ la abre con un trapo, no sé ni cómo lo hace. Subo y bajo gente, y a veces no tenemos ni para gasolina, así que corro a pie porque no hay para más, pero sigo apoyando a mi gente.” Este testimonio refleja la realidad diaria de una mujer que, a pesar de las dificultades, siempre está dispuesta a estar al lado de quienes más la necesitan.
En este momento, Celia está haciendo guardia en el Hospital Regional de Camargo, ayudando a cuatro o cinco familias indígenas que esperan registrar a sus hijos. Con su invaluable labor como traductora y acompañante, se asegura de que no se pierdan en el proceso burocrático y les asiste para completar trámites en la presidencia o en el registro civil.
Su esfuerzo es incansable y su solidaridad, infinita. Si la ven por Camargo, saben que siempre está para servir. Y aunque lo hace sin esperar nada a cambio, Celia no deja de agradecer cualquier ayuda que la comunidad le pueda brindar.
Celia Medina Cruz no es solo una líder; es un ejemplo de lucha, humildad y entrega. ¡Apoyemos a quien siempre está dispuesta a darlo todo por los demás!
