Al mencionar la palabra “Terminator”, es casi seguro evocar las películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger que hablan de un futuro postapocalíptico. Aunque el “efecto Terminator” podría apuntar a algo similar, en realidad no tiene nada que ver, pues se trata de un evento que ocurre de forma periódica en el Sol.
Para ser claros, no tiene nada que ver ni con el fin del mundo ni con el del Sol. En realidad, el término se utiliza para marcar el final de cada ciclo solar, uno que ocurre aproximadamente cada 11 años y sirve para determinar la actividad que tendrá en un periodo de tiempo.
Analizando el efecto
Expliquemos por partes. Se le conoce como “Evento de terminación” o “Terminator effect” a una idea relativamente reciente presentada por dos científicos, McIntosh y Bob Leamon de la Universidad de Maryland, para referirse a un evento dentro de la física solar.
Este ocurre cuando dos bandas de magnetismo con cargas opuestas se desplazan por la superficie del Sol y chocan en el ecuador, aniquilándose o “terminándose” entre ellas.
Aunque no generan un evento cataclísmico, el evento de terminación marca el inicio y fin de los ciclos solares, que pueden ser más o menos intensos que los anteriores.
Para tener evidencia de esto, los investigadores estudiaron más de 270 años de datos de manchas solares, descubriendo que los eventos terminator dividen los ciclos solares, que ocurren cada 11 años en promedio, aunque su intervalo real oscila entre los 10 y los 15 años.
Según Leamon, el equipo encontró que cuanto mayor es el tiempo entre los terminadores, más débil es el siguiente ciclo; pero cuando más corto es este lapso, el ciclo solar que le sucede es más fuerte.
Sin embargo, según la UNAM, hasta ahora no se había logrado precisar exactamente el final de cada ciclo, ya que este tiene lugar cuando el siguiente ya inició, siendo un periodo donde los campos magnéticos del viejo y nuevo ciclo coinciden en el Sol.
De acuerdo con el método presentado por los investigadores, se deben seguir los puntos brillantes que se observan en la corona solar, pues permiten conocer la dinámica de su interior, que produce el campo magnético en cada ciclo.
Estos puntos aparecen cerca de los polos y se mueven al ecuador conforme avanza el ciclo. El evento de terminación ocurre cuando los puntos brillantes llegan al ecuador solar y desaparecen.
Un estudio constante del astro
Desde la UNAM indican que este no es el primer método propuesto para pronosticar la duración de los nuevos ciclos, pues han existido múltiples predicciones que toman como principal elemento para determinar la actividad del Sol el número de manchas que se generan en él.
Sin embargo, hay un elemento en común: se debe estudiar la actividad del Sol, pues al llegar a su etapa de máxima intensidad, cuando se generan más manchas, se pueden llegar a formar auroras boreales que se observan incluso en latitudes bajas, como las documentadas en el mes de mayo en varias partes de México.