Prepárese por que quizá sea necesario que tenga que salir a las calles a defender la transformación. Todo el bienestar que se logró en los últimos cinco años: nuestro sistema de salud igual a de Dinamarca, nuestros trenes refinerías y aeropuertos, nuestra megafarmacia, nuestro dinero en efectivo de los programas sociales, todo eso está en riesgo.
Nuestra nueva patria sin corrupción, sin inseguridad y con menos desigualdad, está hoy amenazada por las fuerzas conservadoras integradas por oligarcas, jueces, partidos de oposición, periodistas y hasta los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, quienes están uniendo fuerzas para que en esta elección haya un golpe de Estado o, ya de menos, un fraude que sirva para que el corrupto conservadurismo impida que gane la candidata que está destinada a construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.