En los últimos días se pudo apreciar que nuevamente se ven personas en situación de movilidad caminando por el bordo del río Bravo.
“Aun con fuego el frío es matador, es tremendo, ojalá que no nos corten el camino y nos dejen pasar porque pasamos muchas cosas para llegar aquí; uno no sale de su país por gusto, sino que queremos buscar una mejor vida para nuestra familia”, contó Jhonny, migrante.
Se puede apreciar que nuevamente se ven personas en situación de movilidad caminando por el bordo del río Bravo, buscando una entrada a los Estados Unidos o caminando por el Eje Vial Juan Gabriel, a la altura de fiscalía, pues ahí bajan del tren.
“El viaje arriba del tren estuvo muy fuerte, nos tocó salvar a una niña que iba en la parte alta del vagón y se estaba quejando mucho del frío, en cuanto paró el tren, la bajamos a una parte donde íbamos con una fogatita y la auxiliamos a que estuviera calientita”, platicó Freddy, otro migrante.
Al cuestionarlos sobre cómo les había ido con la autoridades, si los intentaron bajar del tren, ambos migrantes venezolanos comentaron que cuando el tren se paró, migración se acercó a pedirles que se bajaran, pero la gente no hizo caso y siguió arriba.
“Cuando hicieron el cambio de máquina se paró, justo dio la vuelta la máquina y se volvió a pegar, arrancó y todos se acomodaron y seguimos hasta aquí”, comentó Jhonny.
En el comedor de Catedral, aunque no está lleno como en otras ocasiones, sí están recibiendo migrantes que llegan a solicitar información y a comer.
Igualmente, al albergue provisional, diariamente llegan migrantes buscando ayuda, sin embargo, así como van entrando unos, otros se van saliendo, comentó Santiago González, titular de la dirección municipal de Derechos Humanos.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Juárez.