Camargo. – 13 de septiembre de 2024. Se dio a conocer que los trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) no pagaron ni una sola gota de agua durante el año. En sus recibos, se podía observar únicamente un concepto llamado ‘descuento social’. Ante la grave situación de escasez de agua en el estado, cabe preguntarse: ¿es justo que una plantilla de más de 100 trabajadores de la JMAS disfrute de este significativo descuento en un recurso tan escaso?.
La escasez de agua ha sido un problema persistente en diversas regiones, siendo una realidad que afecta en gran medida a la población. En este contexto, el hecho de que empleados de la JMAS, quienes son responsables de la gestión del agua, puedan beneficiarse de descuentos del 100 % en el servicio proporciona un terreno fértil para el debate. Mientras que muchos ciudadanos luchan para hacer frente a las tarifas elevadas y la escasez y mala calidad del líquido, los trabajadores de esta entidad están en una posición privilegiada. Es vital considerar si los descuentos aplican también a los altos funcionarios de la organización, ya que esto plantea una pregunta crucial sobre la equidad en la distribución de los recursos hídricos.
A medida que se ha desvelado esta polémica, la investigación continúa abordando la relación entre los descuentos otorgados y el acceso a este recurso vital. La comunidad exige transparencia y un análisis exhaustivo que contemple las implicaciones que estos descuentos pueden tener en la percepción pública de la JMAS. La medida podría interpretarse como un signo de favoritismo, un aspecto que debe ser evaluado con seriedad para evitar la erosión de la confianza pública en los organismos administradores del agua.
En conclusión, la situación actual pone de manifiesto la necesidad de revisar las políticas de descuento social implementadas por la JMAS. La equidad en el acceso al agua es un derecho fundamental, y es crucial que todos los ciudadanos, independientemente de su vínculo laboral con la entidad, cuenten con condiciones justas y equitativas. Solo a través de un proceso transparente se podrá restaurar la confianza y asegurar que todos, sin distinción, tengan acceso al agua de manera justa y sostenible. NO AL CORTE MASIVO, ES URGENTE QUE SE PONGA A TRABAJAR EL AREA SOCIAL de la JMAS.