Toma Delantera: Cruz Pérez Cuéllar entra al cuadro del 2027

Juarez.- 17 de diciembre del 2025. En política, los gestos pesan más que los discursos y las fotografías suelen decir lo que nadie se atreve a declarar en voz alta. Durante la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Ciudad Juárez, ocurrió uno de esos momentos breves, casi imperceptibles para algunos, pero cargados de significado político.

La escena fue clara: la presidenta en el templete, su gabinete alrededor, banderas, aplausos y cámaras grabando cada movimiento. En medio del acto, se dio una instrucción directa. Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, descendió del templete, buscó al alcalde Cruz Pérez Cuéllar y lo colocó junto a la presidenta. No fue una cortesía improvisada ni un gesto espontáneo. Fue una señal precisa.

En los eventos presidenciales, nada es casual. Cada lugar en el templete está medido, cada posición comunica algo. Estar arriba o abajo, a la derecha o a la izquierda, marca jerarquías y envía mensajes. Y cuando la indicación viene desde el centro del poder, deja de ser protocolo para convertirse en mensaje político.

Ese movimiento colocó a Cruz Pérez Cuéllar dentro del escenario rumbo a 2027. No como espectador, sino como jugador en la cancha principal. La señal es clara: no es un invitado más, es parte del círculo de confianza y del proyecto nacional.

El detalle no es menor: la instrucción fue ejecutada por Ariadna Montiel, una de las figuras clave de Morena y también mencionada en las conversaciones sobre el futuro político de Chihuahua. Aun así, fue ella quien bajó a buscar a Cruz y lo subió al cuadro central. En términos políticos, la imagen habla por sí sola.

Para Ciudad Juárez, el mensaje es contundente: su alcalde no solo administra la ciudad, sino que está posicionado como una carta fuerte del proyecto nacional en el estado. Para Morena en Chihuahua, el aviso es aún más directo: la carrera rumbo al 2027 ya comenzó, aunque nadie lo haya dicho de manera oficial.

Mientras otros actores políticos recorren municipios, organizan eventos, activan redes sociales y buscan reflectores, hay una diferencia fundamental entre buscar la selfie y recibir la señal para subir al templete presidencial. No todos los movimientos pesan igual.

Esto no significa que todo esté definido. Falta tiempo, pueden cambiar las circunstancias y surgir nuevas figuras. Pero después de este episodio, hablar del futuro político de Chihuahua sin mencionar a Cruz Pérez Cuéllar ya no es análisis, es omisión.

En un país donde la política se construye más con símbolos que con documentos oficiales, una instrucción sencilla —“tráiganme a Cruz”— puede valer más que cien discursos sobre el futuro. La foto ya habló. Ahora, el tablero está en movimiento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *