Ciudad de México., 3 de noviembre de 2025. — Tras el asesinato del activista y político Carlos Manzo en el municipio de Uruapan, Michoacán, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofreció una declaración en la que aseguró que su gobierno sí otorgó apoyo al estado a través de la Guardia Nacional, aunque mencionan pobladores de Michoacán que fueron escasos los días de presencia, lo que permitió que la violencia resurgiera con mayor fuerza una vez que las fuerzas federales se retiraron.

“El apoyo que se le dio a Uruapan durante estos meses fue real. La Guardia Nacional, el Comandante de la Zona Militar, estuvieron en contacto con el presidente municipal, dándole el apoyo que él había solicitado. Hay incluso videos de él reconociendo este respaldo”, expresó la presidenta.
Sheinbaum subrayó que su administración no pretende regresar a una estrategia de “guerra contra el narco”, como la implementada en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la cual, dijo, sólo agravó la situación de violencia en estados como Michoacán.
“Esa guerra no funcionó. Fue lo que generó esta violencia que apenas estamos disminuyendo. Nuestra ruta es la justicia, la inteligencia y la cero impunidad, no la militarización”, afirmó.
La presidenta también recalcó que Michoacán no está solo, y que su gobierno reforzará la presencia y coordinación con las autoridades estatales y municipales, buscando un equilibrio entre presencia territorial, investigación e inteligencia, además de la atención a las causas sociales que originan la violencia.
“Vamos a estar cerca de Michoacán. No los vamos a dejar solos. Pero no con una guerra, sino con justicia y fortalecimiento de las instituciones”, puntualizó.
En su mensaje, Sheinbaum también criticó a sectores de la oposición y a algunos medios de comunicación, a quienes acusó de aprovechar políticamente el asesinato de Carlos Manzo, sin mostrar condolencias hacia la familia de la víctima.
Finalmente, insistió en que la única vía para alcanzar la paz en México es a través de la justicia y el fortalecimiento del Estado de derecho, no mediante intervenciones militares ni estrategias fallidas del pasado.
