La Boquilla, 16 de julio de 2024. El pueblo está enfermo de aporofobia (rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre). Estas fueron las palabras de un ciudadano defensor de la presa La Boquilla, reflejando la desesperanza y el descontento que sienten quienes luchan por sus derechos en contraste con aquellos que solo velan por sus intereses personales.
“No me hice ni un 5 % de ilusiones,” comentó con amargura. “Nosotros luchamos por nuestros derechos, ellos luchan por sus intereses. Un hombre muere cuando deja de luchar por lo que cree que está bien. La gente de nuestro pueblo está muerta. Existir y vivir no son sinónimos: ellos existen, pero no viven, no se entregan al pueblo.”
Esta reflexión nace del evidente desinterés de los municipios de Camargo, La Boquilla SFC, La Cruz y Saucillo, que han dejado que la presa La Boquilla llegue a solo un 18 % de su capacidad, según datos de la CONAGUA. La falta de participación y apoyo de la comunidad es una manifestación clara de aporofobia, el temor y desprecio hacia los más desfavorecidos, y hacia aquellos que buscan el bien común.
“Hay una palabra, ‘aporofobia’, que describe el horror y temor a los pobres, al pueblo. Aquellos que no luchan, que no apoyan, sufren de aporofobia. Pero aquí hay muchos cómplices, y ellos eligieron a quienes ahora los desilusionan. En el pecado llevan la penitencia, y ahora se están quejando. Pues ellos los eligieron, exíjanles.”
Este mensaje refleja la frustración y el sentimiento de traición que sienten quienes están comprometidos con la causa. La lucha por la presa La Boquilla no solo es una batalla por el agua, sino también una lucha por la dignidad, la justicia y la vida misma. Es un llamado a la comunidad a despertar, a vivir realmente y a luchar por lo que es justo, superando el miedo y desprecio hacia los propios hermanos del pueblo.